viernes, 20 de diciembre de 2019

Feminismo Islámico

TEORÍA GENERAL DEL DERECHO Y FEMINISMO

FEMINISMO ISLÁMICO

CLASE



RESUMEN

FEMINISMO ISLÁMICO: UNA HERMENÉUTICA DE LIBERACION

Vanessa Rivera de la Fuente

Lo que hace que lo teológico sea político es el impacto que sus discursos y estructuras patriarcales tienen y han tenido históricamente, como mecanismos de control, disciplina y castigo.

El abordaje de la situación de las mujeres en el Islam, se hace desde dos discursos opuestos y predominantes: La “Idealización de la Desigualdad” y la “Demonización”.

La idealización de la desigualdad

Sostiene que el Corán elevó la posición de la mujer desde una terrible condición de objeto en la sociedad árabe pre-islámica, en la cual eran asesinadas al nacer, a un estado de total igualdad y reconocimiento de derechos.

La “idealización de la desigualdad” representa un discurso hegemónico que no tiene una respuesta sólida ni coherente a la prevalencia de prácticas discriminatorias contra las musulmanas, como la prohibición de entrar o hablar en algunas mezquitas, la imposibilidad de ocupar cargos de liderazgo espiritual o administrativo, los espacios de culto segregados y los accesos diferenciados; ninguna de ellas tiene relación con lo planteado por el Corán.

La demonización

Sostiene que respecto a las religiones no es posible hablar de liberación de la mujer, menos de feminismos; de acuerdo a ello, no existiría un feminismo católico, musulmán o mormón ya que, el ejercicio de adjetivación del feminismo es, como mínimo, discutible. Para la “Demonización” las religiones en general y el Islam en particular, son los responsables de la opresión de la mujer; por ende, la única manera de terminar con ella, es llamando a las mujeres a abandonar su fe.

En su aspecto más negativo la “Demonización” manifiesta racismo, al no reconocer la condición de sujetas ni la capacidad de agencia de las mujeres no identificadas con la perspectiva universalista eurocéntrica- colonial, sino que las relega a la subalteridad y la abyección.

Ni la “idealización” ni la “demonización” consideran a las mujeres musulmanas como personas capaces de elaborar un discurso propio fuera del mainstream religioso y de la hegemonía secular, a través del cual explicarse a sí mismas. En ambas narrativas, la situación y los derechos de la mujer en el Islam son usados para defender el privilegio enunciativo de relatar la corporalidad, la experiencia espiritual y el lugar que les corresponde como Otras.

Este privilegio del discurso se expresa en mecanismos de control y disciplina sobre las mujeres, ya sea de parte de las élites religiosas o del colonialismo político-cultural, según si se habla desde la “idealización” o la “demonización”, respectivamente.

Sean inmigrantes procedentes de países islámicos o conversas, se enfrentan a la discriminación y la violencia como resultado del predominio de narrativas que describen al Islam como una religión opresora y a las creyentes como objetos pasivos, sometidas a la autoridad del varón, definidas por completo a través del Hiyab y sin posibilidades de “salvarse” a sí mismas.

Las narrativas hegemónicas sobre la mujer en el Islam obligan a las mujeres musulmanas a elegir entre el sexismo de la “idealización” o el racismo de la “demonización”.

No hay, en los fundamentos del Islam, razones incuestionables para la existencia del patriarcado, la discriminación de género ni la segregación ni subordinación de las mujeres en el nombre de la religión.

Patriarcado en el Islam. Factores que lo han hecho posible

  1. Reafirmación del patriarcado pre-islámico;
  2. Adopción e imitación de prácticas de los pueblos conquistados (Bizantinos, Persas e Hindúes);
  3. Introducción de ideas occidentales.
  4. Política activa de opresión hacia las mujeres, y en general hacia todos los musulmanes, llevada a cabo por el colonialismo;
  5. Legado colonialista que considera a Islam bárbaro mientras tiene por civilizadas las tradiciones europeas y occidentales
  6. Reacción contra la modernidad occidental representada por el colonialismo

El feminismo islámico: una perspectiva de liberación

Existen tres narrativas sobre las mujeres musulmanas imperantes en el periodo posterior a la Revolución Islámica: Tradicionalista, neo-tradicionalista, y las perspectivas modernistas.

  1. El discurso tradicionalista sostiene la desigualdad e inferioridad natural de las mujeres con respecto a los hombres; las confina en el espacio privado, que es el hogar y la actividad doméstica, mientras que los hombres deben llevar la carga de la actividad pública.
  2. El discurso neo-tradicionalista es más sensible en los debates de las cuestiones de género, así como receptivo a las demandas de las mujeres por la igualdad de género. Los neo-tradicionalistas “intentan introducir el equilibrio en las interpretaciones patriarcales” e introducen el concepto de “complementariedad de género” con el argumento de que las mujeres son iguales a los hombres en la creación; sin embargo, tienen diferentes roles en la sociedad.
  3. Las perspectivas modernistas están enraizadas en la idea de que el Feminismo es, generar una lucha política por la justicia social para las mujeres a partir la capacidad de verse a sí misma como sujeto de resistencia, con dignidad y derechos, de enunciación crítica y empoderamiento, es una invención europea que se exporta hacia el sur, para enseñar a otras mujeres como ser libres

Un obstáculo recurrente es la constante victimización que hacen los feminismos hegemónicos de las mujeres musulmanas, como “pobres sumisas” que necesitan ser salvadas del sometimiento y la barbarie de los hombres fanáticos

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