viernes, 12 de abril de 2019

LA REFORMA UNIVERSITARIA DE 1918



LA REFORMA UNIVERSITARIA DE 1918


La Universidad de Córdoba (cuna de la Reforma Universitaria), en los años previos a 1918, se encontraba en un estado de opacidad, sin otra motivación por parte de sus autoridades más que el mantenimiento de su actual estado de vida, basándose en el nefasto principio de “hoy por mí, mañana por ti”. Absolutamente alejada y desinteresada de las necesidades de una sociedad que se inmiscuía de lleno en la participación política y democrática.

La Reforma Universitaria de 1918 fue un proceso, surgido de un movimiento histórico e influyente en todo el mundo Hispanohablante, mediante el cual un grupo de jóvenes logró desprenderse de la opresión intelectual y el conformismo cognoscitivo.

El proceso reformista logró sustituir el régimen oligárquico existente en las Universidades argentinas por uno pluralista, con participación de docentes y estudiantes, buscando la excelencia académica y puesta al servicio de los problemas y desafíos de una sociedad que se modernizaba.

Los logros más importantes de este proceso fueron la obtención de la autonomía universitaria, separada de cualquier poder externo que pudiera condicionarla, el cogobierno de estudiantes, docentes y graduados y fundamentalmente el acceso a una educación de excelencia y moderna, adaptada a las nuevas técnicas de investigación científica que se desarrollarían durante el Siglo XX.

Los principios que sirvieron como base a la reforma universitaria y sobre los cuales se edificó una nueva universidad argentina fueron:

a.      Autonomía Universitaria: independencia frente a cualquier poder externo.

b.      Cogobierno: dirección que incluya a las partes que conforman a la Universidad, entiéndase docentes, estudiantes y graduados.

c.      Libertad de cátedra: el profesor o catedrático disfruta de completa libertad en la exposición de sus ideas, sin tener que someterse a las que quiera imponerle el gobierno. La libertad de cátedra, sobre todo en el grado universitario, es esencial para el desarrollo de la cultura.

d.      Concursos por oposición y antecedentes: es la mejor forma de asegurar el logro de excelencia académica

e.      Modernización y actualización científica: búsqueda constante de la solución a nuevos desafíos, abandonando las respuestas que carecen de veracidad empírica.

f.       Publicidad de los actos universitarios: actitud abierta y facilidad en el acceso a la información de las decisiones que se deben adoptar en el ámbito universitario.

La Reforma Universitaria de 1918 comenzó como un sueño de algunos pocos, y en mi opinión fue una sucesión de hechos de trascendental importancia, no solo para la vida de aquellos que decidimos caminar por los pasillos de la Universidad en busca del conocimiento, sino también, e incluso principalmente, para aquellos que jamás han podido acceder a la educación superior.

Es un hecho de suma importancia porque se logró romper las cadenas de la mediocridad y el conformismo, para buscar el conocimiento y la innovación científica, puestas en beneficios de la sociedad. Al mismo tiempo sirvió y sirve para afianzar los valores de la libertad, la democracia y la participación.

Desde 1918, gracias a la Reforma Universitaria, y aunque interrumpidamente por procesos desastrosos en la vida política de nuestro país, la Universidad en Argentina inició un camino de mejora constante. Hoy a poco más de cien años de aquel hito, y particularmente después de la normalización llevada a cabo durante el gobierno del Dr. Raúl Alfonsín, nos enorgullecemos cuando vemos, por ejemplo, a la Facultad de Derecho de la UBA entre los primeros puestos en cuanto a excelencia educativa e investigación en los rankings que difunden prestigiosas organizaciones internacionales.

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